De enero a julio varios alimentos subieron de precio y el Gobierno destaca la baja inflación

FOTO: ABI

Impacto: El Gobierno asegura que la inflación es baja ya que el índice acumulado a julio llega a 1,58% debido a las políticas de subvención a los carburantes y el apoyo a la producción de granos y alimentos vía EMAPA.

De enero a julio algunos alimentos subieron de precio de acuerdo a las cifras oficiales del Instituto Nacional de Estadística (INE) y el Gobierno asegura que la inflación está controlada y es una de las más bajas de la región debido a la subvención de los carburantes y algunos productos básicos.

Datos del INE, procesados por el Ministerio de Desarrollo Productivo, revelan que la harina de trigo en enero en La Paz se comercializaba en 2,76 bolivianos el kilo y en julio el precio subió a 3,20 bolivianos. En Santa Cruz el incremento fue de 5,58 a 6,82 bolivianos y en Cochabamba de 5,83 a 7,03 bolivianos.

Aunque el precio del pan de batalla se mantiene congelado, el pan integral negro en La Paz subió de 8,85  (10 unidades) a 9,12 bolivianos en julio. El pan para hamburguesa y hot dog (12 unidades) subió de 8,94 a 9,83 bolivianos en julio.  El pan francés en Santa Cruz subió de 13 a 13,50 bolivianos el kilo.

La empanada se encareció de 1,92 a 2,06 bolivianos en La Paz la unidad y en Cochabamba de 2,79 a 3,06 bolivianos.

El fideo en enero en La Paz se vendía en 3,85 bolivianos y en julio en 4,10 bolivianos, la mantequilla aumentó en La Paz de 12,77 a 13,31 bolivianos, en Santa Cruz de 12,96 a 13,32 bolivianos y en Cochabamba de 12,95 a 13,24 bolivianos. La margarina se encareció de 8 a 9,41 bolivianos en Santa Cruz y en Cochabamba de 7,78 a 9,33 bolivianos, según revelan los datos oficiales.

El azúcar se elevó de precio de 4,99 a 5,05 bolivianos el kilo en Santa Cruz y en Cochabamba de 5,38 a 5,78 bolivianos y el café instantáneo de 27,10 a 34,42 bolivianos el frasco de 200 gramos en La Paz y en Santa Cruz de 26,28 a 32,47 bolivianos.

Otro producto que subió de precio es el aceite de girasol que en enero de este año se vendía en La Paz en 11,92 bolivianos el litro y en julio subió a 13,16 bolivianos, mientras que en Santa Cruz pasó de 11,04 a 12,76 bolivianos y en Cochabamba de 11,87 a 13,16 bolivianos.

La carne de pollo  en La Paz se incrementó de 13,12 bolivianos el kilo en enero a 14,56 en julio, en Cochabamba de 11,75 a 13,66 bolivianos y en Santa Cruz de 12,30 a 13,23 bolivianos. Hay que recordar que productores del sector demandaron apoyo del gobierno por la menor oferta de maíz al sector avicultor, además de reuniones que se realizaron con la CONGABOL para tratar este tema.

En el mismo periodos, la carne de res, la pulpa en La Paz aumentó levemente de 39 a 39,73 bolivianos el kilo y  Santa Cruz de 30,41 a 31,55 bolivianos; la carne molida especial subió de 37,89 a 38,06 bolivianos el kilo en La Paz y en Santa Cruz de 34,48 a 35,67 bolivianos y en Cochabamba de 34,23 a 35,15 bolivianos.

Inflación controlada

En julio de 2022, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) registró una variación positiva de 0,39% respecto a junio. La variación acumulada fue de 1,58% y a doce meses fue positiva con un incremento de 2,04%, informó el INE.

El ministro de Economía, Marcelo Montenegro, explicó en Bolivia TV que  el país registra la tasa de inflación más baja de la región, luego está  Ecuador con 3,1% y otros países tienen tasas de 5%  a 7%.

“En Estados Unidos también han subido los precios y el presidente de la FED, Jerome Powell ha dicho que van a subir la tasa de interés y dijo que van a tener que sufrir y llorar las familias y empresas, esa es la forma de actuar  de otras economías y Europa va por el mismo camino”, puntualizó la autoridad.

Montenegro señaló que la inflación se mantiene con una tasa baja porque desde 2007 con la Empresa de Apoyo a la Producción de Alimentos (Emapa) se ha implementado un esquema de subvenciones e incentivos a la producción y almacenamiento de granos.

Agregó que lo mismo ocurre con la subvención a los carburantes, porque eso permite al sector agropecuario contar con un mejor margen de costos y no traspase esto al precio de alimentos y eso tenga un impacto en la mesa de las familias.

Montenegro explicó que como Gobierno se  tiene la obligación de ejecutar una política de estabilización de precios, lo contrario significaría dejar  que los precios se ajusten  en función al  mercado y sufran las familias.

“Esta política nos permite tener controlada la inflación, un momento traumático para Bolivia fue el año 1956 cuando la inflación se disparó a 473% y en 1985 a 23.000%. Nosotros vamos a preservar la estabilidad porque la gente es la que soportó el ajuste en 1985, no el 21060. Contar con estabilidad es clave e importante”, resaltó Montenegro.

 

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