CAO destaca resultados del sector agropecuario en 2021

Sectores: Las proyecciones para la campaña de verano 2021/2022 esperan un crecimiento de 2,60% en comparación con la anterior, mostrando prudencia de los productores ante los factores de incertidumbre que persisten. En el sector pecuario las proyecciones no sobrepasan el crecimiento vegetativo. Esperan avanzar en la Agenda Productiva.

El presidente de la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO), Oscar Mario Justiniano, informó que la gestión 2021 ha sido marcada por vaivenes y cambios permanentes. Sin duda, que las manifestaciones de un mejor futuro son las exportaciones no tradicionales, siendo estas, después de 16 años, las primeras correspondiente al rubro agropecuario por encima de los hidrocarburos, demostrando al país y los diferentes sistemas de gobierno que el futuro de Bolivia está en la producción agrícola y pecuaria.

El sector agropecuario está liderando el aporte al PIB con un 18%, convirtiéndose en uno de los sectores más importantes para dinamizar la economía boliviana y generar las condiciones óptimas para impulsar un mayor crecimiento de los ingresos de las familias bolivianas. Existen indicadores productivos donde se visualizan mejores días, crecimiento de los precios internacionales en los granos, sostenibilidad y aumento en las exportaciones de carne bovina, acuerdos y contratos por biocombustibles, estos indicadores productivos, nos permiten mirar hacia adelante con expectativa positiva.

Sin embargo, por tercer año consecutivo la superficie cultivada está prácticamente estancada, con un crecimiento de 1,42% del área sembrada en 2021, donde heladas y sequías ocurridas en la campaña de invierno provocaron la afectación de un 40% de los cultivos y la pérdida de un 21%, ocasionando una baja en la producción de un 0,17%, llegando a obtener unos 15,9 millones de toneladas de producción.

Por su parte, la actividad pecuaria en los últimos cinco años registra una desaceleración, con un leve crecimiento vegetativo del hato ganadero y de leche, similar situación se pude observar en los rubros avícola y porcino. En cuanto a las proyecciones para la campaña de verano 2021/2022, inicialmente el sector agrícola proyecta sembrar 1,5 millones de hectáreas, lo que significa un crecimiento de 2,60% con relación a 2020/2021, lo que aún muestra la prudencia de los productores ante los factores de incertidumbre que persisten.

En el sector pecuario las proyecciones no sobrepasan el crecimiento vegetativo que hasta ahora debido a factores la crisis económica generada por la pandemia y problemas recurrentes como la sequía generan riesgo para mayores inversiones. Elementos que retrasan el crecimiento es la implementación de tecnología y biotecnología, necesitamos de forma imperiosa la utilización e investigación de nuevos eventos biotecnológicos en soya y la utilización de semillas genéticamente modificadas en maíz, caña de azúcar y algodón, con el objeto de mejorar la productividad, reducir costos de producción, estabilizar la demanda interna y proyectar a mercados internacionales. Mientras nuestros vecinos, investigan e implementas mejoras, en Bolivia no podemos utilizar la biotecnología como un aliado estratégico.

Sin temor a equivocarnos, los mayores enemigos en el ámbito productivo, de este 2021, fueron, y siguen siendo, la falta de seguridad jurídica y el incremento desproporcionado del contrabando. Los avasallamientos han marcado el año que termina, grupos armados han amedrentado, amenazado, secuestrado y golpeado, a productores, campesinos, policías y periodistas en una total absoluta impunidad, provocando inestabilidad y falta de inversiones para el sector. Por su parte, el contrabando desmedido y creciente, atenta directamente contra los productores y las industrias afectando el desarrollo productivo y fuentes de empleos directos e indirectos. Estos dos factores negativos se relacionan directamente con los diferentes niveles de gobierno y las instituciones relacionadas, la inacción y la falta de medidas severas antes hechos delictivos e ilícitos, han afectado la reactivación económica del país.

Es importante tomar nota que la FAO prevé que alrededor del 85% del crecimiento de la producción mundial de cultivos en los próximos diez años se atribuye a las mejoras en el rendimiento resultantes de un uso más intensivo de los insumos, las inversiones en tecnología de producción y las mejores prácticas de cultivo. Una mayor intensificación del uso de la tierra mediante cosechas múltiples al año representará otro 10%, mientras que se prevé que la ampliación de la superficie de cultivo solo representará el 5% y desempeñará un papel mucho menor que en el último decenio, lo que mejorará la sostenibilidad de la agricultura. El sector agropecuario es el único que puede reaccionar de forma inmediata para cambiar el curso de economía, sin erogación de gastos del estado.

El 2022 nos presenta una agenda conjunta entre públicos, privados y comunidades para garantizar mejoras productivas, desarrollo económico y fuentes de empleos. El mundo nos muestra claramente el camino, la producción de alimentos para abastecer los grandes mercados internacionales es el objetivo, el crecimiento de Bolivia está en el campo, aseguró Justiniano.

 

 

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