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Empresarios piden dar prioridad a la agenda económica porque la crisis aún no se supera
- Jueves, 16 Diciembre 2021 08:57
CEPB
Evaluación: Según la CEPB los logros en materia economía alcanzados pueden revertirse ya que la recuperación es débil, se mantiene el desempleo y aumentó el subempleo, además caen las RIN y la pobreza creció.
La Confederación de Empresarios Privados de Bolivia (CEPB) plantea que la agenda económica se priorice frente a la confrontación política porque la crisis económica derivada de la pandemia de Covid-19 aun no se ha superado y hay incertidumbre para 2022.
El presidente de la CEPB, Luis Barbery, señaló que sin desconocer el aporte del gobierno central y valorando algunas medidas importantes es evidente que la recuperación tiene que ver fundamentalmente con el esfuerzo de la sociedad.
Sobre todo, es atribuible a los miles de empresarios y emprendedores que, en medio de la incertidumbre siguieron produciendo, invirtiendo y aportando, para que la oferta de bienes y servicios se sostuviera, se recuperaran muchas fuentes de trabajo y la propia demanda se reactivara.
“Sin embargo, y más allá de algunas interpretaciones optimistas que podemos compartir, es evidente que la crisis no se ha superado, y que los avances logrados corren el riesgo de revertirse”, remarcó.
Según la evaluación de la CEPB, al final de la gestión 2021, la economía muestra señales de una recuperación insuficiente y heterogénea; el desempleo se mantiene elevado y el subempleo ha aumentado; las Reservas Internacionales Netas (RIN) están cayendo de manera sostenida; la inversión se ha contraído y ha crecido la pobreza.
A esto se suman otros problemas preexistentes, agravados en los últimos meses, como el aumento del contrabando, las barreras a las exportaciones y la informalidad que, junto al aumento de la conflictividad y un sistema de justicia cada vez más devaluado, configuran un escenario de mucha incertidumbre para el próximo año, transmiten señales negativas a los inversionistas y afectan el clima de negocios.
“Pese a estas evidencias, los sectores políticos, responsables de diseñar e implementar políticas y medidas para salir de la crisis, no han comprendido la gravedad de la situación y, en lugar de concentrarse en la búsqueda de soluciones constructivas, continúan enfrascados en una confrontación sistemática, que aumenta las tensiones y la conflictividad y que es ajena, -en la mayoría de los casos-, a los verdaderos intereses, preocupaciones y demandas de la sociedad”, puntualizó Barbery.
Frente a este escenario la CEPB considera necesario un cambio profundo y significativo en la gestión y conducción política que considere los siguientes aspectos:
De acuerdo con Barbery lo más importante e imprescindible es que se priorice la agenda económica sobre los temas políticos.
“Ya no podemos seguir condicionados por la confrontación política que nos divide y nos empobrece. No negamos las diferencias ideológicas, ni ignoramos que existen temas pendientes que debemos resolver como sociedad, sin embargo, sostenemos que, en este momento, es prioritaria la estabilidad y el bienestar de las familias bolivianas”, aclaró.
El sector privado también demanda diálogo y consenso que no son opciones ni formalismos sino recursos necesarios para que exista entendimiento entre bolivianos y enfrentar una crisis multidimensional que afecta a todos.
Barbery indicó que la postergación del diálogo o negación no solo dificulta la búsqueda de soluciones, sino que perjudica directamente a millones de bolivianos, cuya estabilidad depende de decisiones oportunas y correctas que solo pueden encontrarse mediante acuerdos y consensos.
También se necesita confianza porque si esto no existe, tampoco habrá inversión sostenida y si no hay esto no se generará crecimiento.
“Hoy más que nunca es preciso hacer un esfuerzo para restablecer la confianza de los ciudadanos en el Estado y, esto pasa también por tomar acciones para garantizar la seguridad jurídica, iniciar una verdadera reforma del sistema judicial y, sobre todo, por desterrar el discurso confrontaciona”, resaltó Barbery.
Aseguró que el sector privado y el sector público no son antagónicos sino complementarios.
Para los empresarios el empleo digno, la disminución de la pobreza, la igualdad y el desarrollo dependen de que ambos funcionen en coordinación y armonía y, en momentos de crisis, es imprescindible redoblar esfuerzos para alcanzar estas condiciones.
Por eso mismo, la ausencia premeditada de espacios de articulación y coordinación y la exclusión del sector privado, como actor fundamental de la recuperación productiva, solo están conduciendo a una mayor incertidumbre y desconfianza en desmedro de los intereses de la sociedad, alertó Barbery.