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FMI proyecta inflación de 4,2% y advierte que la subvención a carburantes llegará a 3,7% del PIB
- Jueves, 15 Septiembre 2022 10:40
FOTO: MEFP
Reporte: El Directorio del FMI concluyó la consulta del Artículo IV con Bolivia y proyecta un crecimiento de 3,8% este año y recomienda reducir subsidios. También señala que se requiere un ajuste fiscal significativo para restaurar la sostenibilidad de la deuda, eliminar el financiamiento monetario y reconstruir las RIN.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) proyecta para Bolivia este año una tasa de inflación de 4,2%, muy superior a la proyectada por el Gobierno y advierte que el costo de la subvención a los hidrocarburos este año se situará en un 3,7% del Producto Interno Bruto (PIB).
El Directorio Ejecutivo del FMI concluyó la consulta del Artículo IV con Bolivia el 14 de septiembre de 2022 y respaldó la evaluación del personal sin una reunión por lapso de tiempo.
En su evaluación el organismo internacional prevé un crecimiento económico para Bolivia de 3,8%, más lento que en 2021, pero destaca que es suficiente para que el PIB vuelva a su nivel anterior a la pandemia a fines de año.
Añade que los elevados precios sostenidos de los productos básicos continuarán impulsando los ingresos mineros y agrícolas. “Se proyecta que la inflación aumentará a 4.2% interanual para fin de año, ya que los precios internacionales se alimentan parcialmente de alimentos y energía”, precisa.
Se debe recordar que en el Programa Fiscal Financiero suscrito por el Ministerio de Economía y el Banco Central de Bolivia (BCB) se estimó un crecimiento de 5,1%, una tasa de inflación de 3,3% y un déficit fiscal de 8,5%.
Subsidios
El FMI en su informe sobre el Artículo IV proyecta que “el alto costo de mantener los subsidios a los combustibles, estimado en 3.7% del PIB, impulsará el déficit fiscal de 8.5% PIB en 2022, cerca del nivel del año anterior”.
Según el organismo internacional los riesgos para las perspectivas de Bolivia, incluyen incertidumbres sobre el impacto de la guerra en Ucrania, incluida la posibilidad de precios más altos de la energía, lo que podría aumentar los costos de los subsidios y alimentar la inflación interna.
Con sus importantes necesidades de financiamiento, señala que el país también enfrenta riesgos por los cambios en las condiciones financieras externas asociados con un ciclo de ajuste global.
Aunque el sector financiero parece haber salido de la pandemia en condiciones satisfactorias, aún pueden surgir vulnerabilidades acumuladas durante un período de aplazamientos generales de préstamos. “Un resurgimiento de la pandemia podría tener efectos negativos en la salud pública y el crecimiento económico”, alerta el Fondo.
El informe complementa que si bien la pandemia de Covid-19 ha seguido causando interrupciones y trágicas pérdidas de vidas en Bolivia, la recuperación económica de la recesión impulsada por la pandemia ha sido más rápida de lo esperado.
Tras una contracción del 8,7% en 2020, la economía registró un crecimiento del 6,1% en 2021, liderada por la minería, la construcción y la agricultura.
Los precios mundiales más altos de los productos básicos han impulsado los ingresos de exportación, ayudando a elevar la cuenta corriente a un superávit del 2% del PIB en 2021.
Déficit fiscal
La inflación ha sido baja, de 1.9% interanual en junio de 2022, respaldada por la fuerte producción nacional de alimentos, la vinculación de facto del boliviano al dólar estadounidense y los subsidios y controles de precios para el combustible y los alimentos.
El aumento de los ingresos del sector minero y la eliminación de varias medidas de emergencia relacionadas con la pandemia contribuyeron a una reducción del déficit fiscal, del 12,7% del PIB en 2020 a un aún alto 9,3% del PIB en 2021.
El FMI remarca que aunque los precios más altos para las exportaciones de gas natural de Bolivia han proporcionado cierto apoyo fiscal, este efecto ha sido compensado por una disminución en la producción de gas natural y los gastos adicionales de subsidios necesarios para mantener los precios fijos del combustible al por menor.
Subraya que más de un tercio del déficit fiscal ha sido financiado por el Banco Central de Bolivia (BCB), presionando el stock de reservas internacionales de Bolivia, que han disminuido de 5.280 millones de dólares a fines de 2020 a 4.300 millones de dólares a fines de julio de 2022.
Ajuste fiscal
Según el FMI, en Bolivia se requiere un ajuste fiscal significativo para restaurar la sostenibilidad de la deuda, eliminar el financiamiento monetario y reconstruir las RIN.
“Si Bolivia opta por mantener su paridad cambiaria, la restauración de la sostenibilidad macroeconómica requerirá reducir el déficit primario a alrededor del 1,5 por ciento del PIB a través de un plan creíble a mediano plazo”, puntualiza el informe.
Para esto sostiene que el Gobierno tendría que restringir los gastos, incluso eliminando el bono salarial de fin de año, limitando el crecimiento de los salarios del sector público, limitando el crecimiento de la inversión pública y reduciendo los subsidios.
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