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Gobierno prevé cerrar el año con un crecimiento de 4%, para 2023 la Cepal advierte desaceleración
- Martes, 20 Diciembre 2022 19:52
FOTO: MEFP
Impacto: Los fenómenos climáticos, el paro cívico impactaron en la economía boliviana, según el Gobierno. La Cepal estima que se crecerá solo 3,5% este año y en 2023 apenas en 2,9%. A los problemas estructurales que presenta América Latina y el Caribe se agregaron desafíos crecientes por las fuertes presiones inflacionarias, altos niveles de deuda soberana y la guerra en Ucrania.
La economía boliviana cerrará este año con una tasa de crecimiento cercana a 4% debido a los impactos negativos de los fenómenos climáticos y el paro cívico en Santa Cruz, informó el ministro de Economía, Marcelo Montenegro. La Comisión Económica para América Latina (Cepal), ratificó su proyección de 3,5%, pero para 2023 estima para Bolivia una desaceleración y una tasa de sólo 2,9%.
En el Presupuesto General del Estado (PGE) 2022 como en el Programa Fiscal Financiero suscrito por el Ministerio de Economía con el Banco Central de Bolivia (BCB) se había proyectado para este año un crecimiento de 5,1%.
“El paro cívico tuvo efecto negativo, no va mejora tasa de crecimiento de actividad económica en ningún caso, obviamente va tener efecto negativo, pero vamos a esperar datos de gestión Vamos a terminar muy cerca a una tasa de 4%. Podíamos obtener un mejor resultado, pero los fenómenos climáticos tienen su efecto al igual que el paro cívico”, precisó Montenegro en su evaluación de la economía el lunes.
Pese a todo la autoridad destacó que este año la economía boliviana ha tenido un buen funcionamiento en términos desempeño sectorial, estabilidad de precios, mejora del sector externo, de las recaudaciones, del ahorro y del ámbito laboral, reducción de la pobreza.
Proyecciones de la Cepal
En un contexto de incertidumbres externas y restricciones internas, los países de América Latina y el Caribe crecerán un 3,7% en 2022, poco más de la mitad de la tasa del 6,7% registrada en 2021. Se estima que en 2023 se profundice la desaceleración del crecimiento económico y se alcance una tasa del 1,3%, informó ayer la Cepal.
De acuerdo con el Balance Preliminar de las Economías de América Latina y el Caribe 2022, dado a conocer por el Secretario Ejecutivo de la Cepal, José Manuel Salazar-Xirinachs, las respuestas de política monetaria adoptadas a nivel mundial en 2022, en un contexto de aumento en la inflación global, han provocado incrementos en la volatilidad financiera y en los niveles de aversión al riesgo y, por tanto, han inducido menores flujos de capital hacia economías emergentes, incluyendo las economías de la región.
Pero la reducción que se espera en la inflación global para el 2023 tenderá a moderar los incrementos de las tasas de política monetaria de los principales bancos centrales, añade el organismo.
Según el documento, luego del dinamismo mostrado en el primer semestre de 2022, la actividad económica de la región se ha desacelerado, reflejando, por una parte, el agotamiento del efecto rebote en la recuperación de 2021 y, por otra, los efectos de las políticas monetarias restrictivas, mayores limitaciones del gasto fiscal, menores niveles de consumo e inversión y el deterioro del contexto externo.
A los problemas estructurales que históricamente ha presentado América Latina y el Caribe, y que resultaron agravados por la crisis de la Covid, se fueron agregando en 2021 y 2022 desafíos crecientes debido a las fuertes presiones inflacionarias, los altos niveles de deuda soberana que dejó la crisis y —más recientemente— la guerra en Ucrania y sus efectos.
“Tras crecer un 3,7% en 2022, se espera que la desaceleración se acentúe en América Latina y el Caribe, con un crecimiento del 1,3% en 2023 en una coyuntura sujeta a importantes restricciones tanto externas como internas. Estas cifras significan que en los diez años que van de 2014 a 2023, la región habrá crecido menos, incluso, que en la llamada “década perdida” de los años ochenta”, indicó la Cepal.
De acuerdo con el organismo la dinámica de la actividad económica durante 2022 en América Latina y el Caribe refleja una tasa de crecimiento mayor a la esperada durante la primera mitad del año y una desaceleración durante el segundo semestre.
En el frente externo, el conflicto bélico entre la Federación de Rusia y Ucrania afectó negativamente el crecimiento mundial —y con ello la demanda externa en la región—, además de acentuar las presiones inflacionarias, la volatilidad y los costos financieros.
En su análisis señala que la mayor aversión al riesgo, junto con la política monetaria más restrictiva de los principales bancos centrales del mundo, perjudicaron los flujos de capital hacia los mercados emergentes, incluidos los de América Latina y el Caribe, además de propiciar depreciaciones de las monedas locales y tornar más onerosa la obtención de financiamiento para los países de la región.
El crecimiento del PIB en 2022 sería de un 3,7% para América Latina y el Caribe; un 3,7% para América del Sur; un 3,3% para Centroamérica y México, y un 4,5% para el Caribe (sin incluir Guyana).
En el caso de Bolivia se ratifica la proyección de 3,5% realizada por la Cepal meses atrás. Argentina crecerá 4,9%, Brasil 2,9%, Uruguay 5,4%, Ecuador 2,7%, Perú 2,7%, Chile 2,3%, Paragua -0,3%, Venezuela 12% y Colombia 8%.
Para 2023 la Cepal espera que la desaceleración continúe y se profundice, por lo que cabe prever que la tasa de crecimiento del PIB será significativamente menor a la de 2022 y que América Latina y el Caribe muestre, en promedio, un crecimiento del 1,3%.
En América del Sur, algunos países se verán particularmente afectados por el bajo dinamismo de China, que es un importante mercado para sus exportaciones de bienes. Tal es el caso de Chile, el Brasil, el Perú y el Uruguay, que destinan a China más del 30% de sus exportaciones de mercancías (40% en el caso de Chile). América del Sur se verá también afectada por la disminución de los precios de los productos básicos y el impacto de la inflación en los ingresos reales y, con ello, en el consumo privado y la inversión, advierte la Cepal.
El informe sostiene que con las tasas de crecimiento de 2022 y 2023, 12 de los 33 países de la región no habrán logrado todavía, casi cuatro años después de comenzada la pandemia, recuperar los niveles de actividad anteriores a su inicio en 2019.
Para Bolivia la Cepal proyecta una tasa de crecimiento de 2,9% el siguiente año, aunque el Gobierno estima 4,86% en al Presupuesto General del Estado 2023.
EL organismo estima que otras economías como Argentina crecerán 1% en 2023, Brasil 0,9%, Colombia 1,5%, Perú 2,2%, Ecuador 2%, Uruguay 2,9%, Paraguay 4%, Venezuela 5%. Mientras que la economía de Chile decrecerá en -1,1%.
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