Sequía y heladas dañan 416 mil hectáreas y lanzan un nuevo seguro agrícola

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Impacto: Se solicita a los Gobiernos Municipales de las zonas afectadas la declaración de zona de desastre para que se puedan solicitar la reprogramación de deudas con el sistema bancario. Los productores de soya cuentan con la oferta de un nuevo seguro agrícola

La sequía y las heladas afectaron a 416 mil hectáreas de granos y la Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo) estima una disminución de 1,3 millones de toneladas de sorgo, trigo, gíralos, maíz y chía.

“Estimamos una disminución en la producción de al menos 1,3 millones de toneladas de granos de sorgo, trigo, girasol, maíz y chía, comparado con la producción del anterior invierno, lo que nos significa una pérdida económica de al menos 240 millones de dólares”,  informó el presidente de Anapo, Fidel Flores.

En la campaña de invierno en la zona este del departamento, primero  se presentó una  sequía en mayo y junio, con lluvias ocasionales y que acumuladas no superaron los 30 milímetros, que son insuficientes para un desarrollo normal de los cultivos,

Posteriormente hubo frío intenso y heladas con temperaturas inferiores a cero grados, que han quemado los cultivos, incluso ocasionando pérdidas totales en los campos productivos. “Las áreas afectadas y pérdidas son de 416 mil hectáreas de sorgo, maíz, girasol, trigo y chía, que representan el 50% del área sembrada con estos cultivos”.

Los  municipios más  afectados por por la esquela y las heladas fueron los de  la zona este del departamento: Pailón, Cuatro Cañadas, San José de Chiquitos y San Julián.

Por eso Anapo solicitará  a los Gobiernos Municipales que procedan a realizar la declaratoria de desastre para que los productores afectados puedan tramitar la reprogramación de sus deudas con el Sistema Financiero Nacional. “Los cultivos más afectados son la chía con un 75 por ciento de su área y el sorgo con el 60 por ciento, y los demás cultivos tienen una afectación del 40 por ciento del área sembrada, aunque en trigo habrá que esperar unos días más ̈, precisó Flores.

Para Anapo es importante que el Gobierno comprenda la importancia de avanzar en trabajar para que nos permita tener acceso al uso de la biotecnología con nuevos eventos de transgénicos para afrontar mejor las condiciones climáticas adversas y con ello generar mejores condiciones para que los productores podamos seguir produciendo alimentos y contribuir a la seguridad y soberanía alimentaria del país.

Seguro para la soya

La Cooperación Suiza en Bolivia a través del Proyecto Seguros Inclusivos PROFIN, promovió  el diseño de un seguro agrícola innovador paramétrico para productores de soya.

Ayer entró en el mercado  “Agro Seguro Soya” que será comercializado por UNIBienes S.A. Seguros y Reaseguros Patrimoniales, del Banco Unión S.A.

Este seguro está dirigido al sector agrícola, que es generador de divisas, empleos y que enfoca sus esfuerzos para garantizar la seguridad alimentaria del país.

Ante los fenómenos extremos, que sufren habitualmente los productores bolivianos por el cambio climático, surge la posibilidad de que las cosechas no superen las expectativas o se pierdan por completo.

Este  nuevo seguro  mitigará las pérdidas relacionados a la sequía o exceso hídrico, cuyo parámetro es el balance hídrico (agua disponible en el suelo), cuando supera el umbral definido previamente (gatillo o disparador), las coberturas se activan automáticamente, el índice es generado y publicado por el Senamhi, como fuente objetiva e independiente.

Entre los beneficios el nuevo seguro está el  proceso de tasación de las pérdidas que es  corto, hecho que ayuda a minimizar los gastos operativos de la aseguradora. No se necesitan inspectores de siniestros, ni otros especialistas técnicos para evaluar las pérdidas en campo. En corto plazo se le otorga a los productores la indemnización y esto es automático.

Cuando se registra un valor por encima o debajo del umbral, el pago puede ser escalonado y está vinculado a la magnitud del evento.

Como un elemento adicional, se incorporó el monitoreo satelital y por drones que permitirá la identificación y mensura de los campos; seguimiento al desarrollo del cultivo de soya y tipificación de déficit o excesos hídricos que ocasionarían la disminución del rendimiento esperado.

 

 

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