Bolivia produce 2.870 toneladas de ají y una ley busca revalorizarlo y subir su producción

FOTO: MIGA

Mercado: En Bolivia se producen 200 variedades de ají y Chuquisaca es la principal región productora. La oferta de ají deshidratado en vaina en Bolivia es de 4.000 toneladas anuales, de las cuales el 53% proviene de importaciones.

Bolivia produce 2.870 toneladas de ají en sus diferentes variedades y ahora un proyecto de ley que debe ser analizado en la Asamblea  Legislativa Plurinacional busca su revalorización y que se declare a esta hortaliza como patrimonio cultural inmaterial.

Según datos del Ministerio de Desarrollo Productivo, Chuquisaca es de lejos la principal región productora del ají o también conocido como páprika. En ese departamento la producción en 2021 alcanzó las 2.346 toneladas. Luego se ubica Tarija con 263 toneladas,  Santa Cruz 70 toneladas, La Paz 59 toneladas, Beni 55 toneladas, Pando 40 toneladas, Cochabamba 21 toneladas y Potosí 16 toneladas.

La superficie cultivada de ají en el país llega a 2.493 hectáreas de las cuales 2.097 hectáreas se encuentran en Chuquisaca. El rendimiento a nivel nacional es de 1,15 toneladas por hectárea.

Un proyecto de Ley que declara al ají patrimonio cultural e inmaterial fue presentado en septiembre a la Asamblea Plurinacional por la diputada Lidia Limón Solis del MAS. En el documento se destaca que el ají tiene usos medicinales, se lo emplea en la industria farmacéutica y posee un alto contenido de vitamina C y E. Pero se lo utiliza como condimento en los alimentos.

Existen diferentes variedades de ají como el Asta de Buey Amarillo,  Chicotillo grueso, locoto,  que se cultiva en Chuquisaca o el ají rojo o ají cochabambino. El pimentón colorado se produce en Santa Cruz. Se estima que en Bolivia hay entre 20 y 30 especies.

Según el proyecto de ley la oferta de ají deshidratado en vaina en Bolivia es de 4.000 toneladas anuales, de las cuales el 53% proviene de importaciones.

El valor del negocio  de la cadena agroproductiva del ají a precios de mercado es de 815.000 dólares al cual contribuyen con 1,45% los proveedores de insumos, 34,70% los productores, el 12,5% los intermediarios, las empresas transformadoras con 4,51%, comerciantes mayoristas con 32,84% y los minoristas 14%.

El proyecto de ley tiene como objetivo mejorar la calidad de la semilla, la eficiencia del cultivo, ampliar los volúmenes de comercialización, incrementar la eficiencia productiva. Por eso la futura norma en caso de su aprobación en la Asamblea Legislativa busca proteger, conservar, difundir y promover las variedades a nivel nacional e internacional.

Esto a través de la recuperación, valorización, y salvaguarda de sus distintos complejos y variedades. También se busca la protección y revalorización de los saberes y conocimientos ancestrales en torno a su cultivo y aprovechamiento.

El proyecto de ley encarga al Ministerio de Desarrollo Rural junto al Ministerio de Cultura la implementación de políticas que fomenten la conservación y recuperación de los proyectos ancestrales tradicionales de las diferentes regiones del país.

 

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