- Agroindustria
Cuatro regiones concentran la producción de tarwi, pero su consumo aún es reducido
- Miércoles, 11 Agosto 2021 01:57
WIKIPEDIA
Beneficio: Se trata de un alimento altamente nutritivo, pero a diferencia de Ecuador o Perú donde hay mayor demanda, cultivos y rendimientos, en el país sólo se consume 0,2 kilos por persona al año.
Potosí, Oruro, La Paz, Cochabamba, Chuquisaca concentran los cultivos de tarwi en el país, pero el consumo de la población es mínimo pese a las bondades nutritivas.
Datos del Ministerio de Desarrollo Productivo dan cuenta que además de Bolivia, el tarwi se cultiva en la región interandina de Ecuador, con una superficie aproximada de 5.974 hectáreas y un rendimiento promedio de 400 kilos por hectárea En Perú la superficie cultivada es de aproximadamente 10.628 hectáreas con un rendimiento de 1.335 kilos por hectárea
El cultivo de tarwi en Bolivia se concentra en los departamentos de Potosí, (municipios de Ravelo, San Pedro de Buena Vista, Villa de Sacaca, Acasio, Betanzos, entre los principales); Cochabamba (municipios de Tapacarí, Mizque, Pocona, Alalay, Arque y Tiraque entre los más importantes); La Paz (municipios de Escoma, Puerto Carabuco, Ancoraimes, Copacabana, Puerto Acosta principalmente); Chuquisaca (municipios de Sucre, Poroma, Tarvita, San Lucas, Tarabuco y Yamparaes).
La superficie aproximada del cultivo de tarwi en Bolivia es de 1.031 hectáreas. El rendimiento promedio a nivel nacional es de 9,16 quintales por hectáreas con un rendimiento máximo de 40 quintales por hectárea en el altiplano norte del departamento de La Paz y un mínimo de 0,50 quintales por hectárea en el municipio de Santivañez en Cochabamba.
El tarwi (Lupinus mutabilis Sweet) es un cultivo que pertenece a la familia de las leguminosas, domesticado en la región andina desde tiempos pre incaicos.
El producto muestra una amplia diversidad genética con gran variabilidad de adaptación a suelos, precipitación, temperatura y altitud. En la región andina se han identificado 83 especies del género Lupinus.
El tarwi o chocho es un alimento nutritivo. Sus semillas contienen un alto porcentaje de aceites el cual varía entre 14 a 24% y proteínas en un rango de 41 a 51%, según datos oficiales. Contiene en promedio 35.5% de proteína, 16.9% de aceites, 7.65% de fibra cruda, 4.145% de cenizas y 35.77% de carbohidratos.
Además de los usos alimentarios, el tarwi es muy beneficioso para el sistema productivo agrícola en el altiplano ya que sus raíces fijan nitrógeno atmosférico aportando así a mejorar la fertilidad de los suelos.
Es un plaguicida natural ya que sus componentes alcaloides y saponinas actúan como repelentes de hongos, bacterias y otras plagas del suelo.
El líquido de desamargado del tarwi sirve para desparasitación de garrapatas en el ganado ovino y camélido.
Actualmente se vienen realizado estudios agroquímicos, farmacológicos y farmacéuticos para aprovechar los alcaloides y los extractos lipídicos del tarwi por sus bondades antibacterianas y cicatrizantes.
Demanda
El consumo per cápita de tarwi en Bolivia es muy incipiente el cual no sobrepasa los 0,2 kilos por año, mientras que en Perú es 0,5kilos por año y en Ecuador cuyo nivel de consumo es más difundido asciende a 4 kilos por año.
Sin embargo, de acuerdo con el Ministerio de Desarrollo Productivo en los últimos años las iniciativas en la producción de harinas y otros derivados han tenido un buen grado de aceptación, por ejemplo, en los desayunos escolares donde uno de los ingredientes es la harina de tarwi.