- Análisis
La deforestación se disparó de 1,73 millones de hectáreas a 2,38 millones de hectáreas
- Miércoles, 29 Junio 2022 02:47
FOTO: FUNDACION TIERRA Publicación Deforestación 2016-2021
Estudio: La Fundación Tierra señala que el año pasado la deforestación llegó a 286.000 hectáreas y el problema se concentra principalmente en Santa Cruz para cultivar soya y habilitar tierras de pastoreo de ganado. La principal recomendación del estudio es que se debe abandonar el “pragmatismo irresponsable de la “Agenda Patriótica 2025”.
La deforestación se incrementó de 1,73 millones de hectáreas a 2,38 millones de hectáreas en los últimos 20 años y en 2021 marcó un récord de 286.000 hectáreas desmontadas, según revela una investigación de la Fundación Tierra.
El estudio realizado en alianza con Welthungerhilfe (WHH) estuvo a cargo de su director Gonzalo Colque y el equipo técnico compuesto por Efraín Tinta, Fernando Alcons y Gustavo Salas y contiene información estadística hasta 2021 y analiza con mayor detenimiento los últimas gestiones (2016-2021), período denominado como deforestación reciente.
Los desmontes ocurridos en estos años merecen mayor atención debido a que están conectados directamente a los planes gubernamentales de ampliación de la frontera agropecuaria hasta el año 2025, indica el documento que fue presentado anoche.
Según el estudio, hasta el año 2000, la deforestación registrada sumaba 2,68 millones de hectáreas a nivel nacional. Durante la década 2001-2010 alcanza a 1,73 millones de hectáreas, es decir 173.000 hectáreas por año. Este número sube a 2,38 millones de hectáreas en la siguiente década 2011-2020, esto significa 238.000 hectáreas por año.
La deforestación acumulada totaliza 7.083.852 hectáreas y el 86% es decir 6.114.071 se concentra en Santa Cruz. El resto se encuentra, principalmente, entre los departamentos de Beni, la región tropical de Cochabamba y el Norte de La Paz.
El documento indica que durante la implementación de la Agenda Patriótica 2025 (2016-2021) se deforestaron 1,8 millones de hectáreas a nivel nacional, de las cuales 1,5 están ubicadas dentro del territorio cruceño. Esto representa el 83% de la deforestación reciente.
La superficie autorizada por la Autoridad de Bosques y Tierra (ABT) para desmontes alcanzó a 212.000 hectáreas anuales entre 2016 y 2021, lo que representa un cambio radical comparado con el promedio de 76.000 hectáreas del período 2011-2015.
La diferencia porcentual entre ambos promedios alcanza a 177%. La superficie autorizada de desmontes comenzó a incrementarse gradualmente desde el año 2013, alcanzando una cifra récord en 2018 con 270.000 hectáreas. Una justificación gubernamental es que se habrían comenzado a “legalizar” los desmontes ilegales mediante la flexibilización de requisitos y procedimientos.
De acuerdo, con el estudio emergieron nuevas zonas deforestadas para la agricultura mecanizada. La deforestación dejó de ser un fenómeno circunscrito a la Zona Agroindustrial de Santa Cruz y mayormente emerge en nuevos territorios.
Se identifica y expone con mayor detalle el protagonismo de tres zonas representativas (Laguna Concepción, Bolibras y San Ignacio de Velasco) que se caracterizan por el avance del modelo soyero, presencia mayoritaria de medianas y grandes propiedades empresariales, asentamientos de nuevas colonias menonitas, desmontes en tierras fiscales y comunidades campesinas e indígenas.
La investigación revela que la expansión del modelo soyero es el motor del cambio, cuya fuerza impulsora es la consolidación de los derechos de propiedad de la tierra para las grandes y medianas propiedades empresariales.
Los bosques se eliminaron para habilitar más tierras para cultivos de soya, de modo que el sector soyero crece a un ritmo mayor que otros sectores comerciales (maíz, sorgo, trigo, caña de azúcar, arroz.
El documento añade que la titulación de extensas áreas de bosques, como tierras de propiedad privada y la masiva entrega de autorizaciones de desmontes sentaron las bases para habilitar ágilmente extensos campos de cultivos. También se deforestó para sustituir los suelos degradados o agotados.
Dado que las autorizaciones de desmontes proliferan y las sanciones y multas por desmontes ilegales son insignificantes con las nuevas normas, los costos de habilitación de nuevas tierras son menores a los costos de conservación y manejo sostenible de los suelos.
Las tierras agotadas han sido convertidas en campos de pastoreo de ganado, una de varias prácticas de externalización de los costos ambientales.
Otros factores tienen que ver con la creación desregulada de nuevas colonias menonitas, el uso de los desmontes como un mecanismo de control y lucha por las tierras en conflicto y las expectativas desmedidas provocadas por los proyectos estatales de producción de biodiesel y exportación de carne a China.
La principal recomendación del estudio de la Fundación Tierra es que se debe bandonar el “pragmatismo irresponsable de la “Agenda Patriótica 2025”.
Explica que el Gobierno debe suspender la implementación del Plan de Desarrollo Económico y Social 2021-2025, al menos en lo que respecta al sector agrario y ambiental, esto porque las políticas y normativas agroambientales laxas están anulando los avances que existían para la protección de los bosques, ecosistemas y medios de vida de las poblaciones rurales más vulnerables.
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