- Análisis
Banco Mundial mejora proyección y estima que la economía boliviana crecerá este año 4,1%
- Miércoles, 05 Octubre 2022 14:02
FOTO: YPFB/ Fertilizante urea.
Perspectiva: El organismo internacional proyecta un crecimiento de 3% para América Latina producto de una mejora de los precios de las materias primas, pero advierte que las presiones inflacionarias en el mundo y la incertidumbre de la guerra y alza de tasas de interés, impactarán en las economías de la región. El Ministerio de Economía y el Banco Central de Bolivia (BCB) auguran un crecimiento de 5,1% como se proyectó en el Presupuesto General del Estado.
El Banco Mundial mejoró la proyección de crecimiento de la economía boliviana de 3,9% que había previsto en junio para este año hasta un 4,1% y destacó el bajo nivel de la inflación en comparación a lo que ocurre en el mundo.
Según el informe del organismo internacional “Nuevos Enfoques para cerrar la brecha fiscal” las economías de América Latina y el Caribe recuperaron sus niveles prepandemia y la región recobró cierta sensación de normalidad, aunque la economía debe reactivarse para evitar un nuevo ciclo de bajo crecimiento.
Las inversiones sociales y en infraestructura pueden convertirse en motores clave del crecimiento y la prosperidad compartida, de acuerdo al informe del organismo internacional “Nuevos Enfoques para cerrar la brecha fiscal”.
En este informe, la proyección de crecimiento para Bolivia para el próximo año es de solo 2,8% y tampoco sube en 2024 señalando que alcanzará al 2,7%.
El Ministerio de Economía y el Banco Central de Bolivia (BCB) auguran un crecimiento de 5,1% como se proyectó en el Presupuesto General del Estado.
Aunque no comentó este informe, el presidente del Estado, Luis Arce en su cuenta de twitter resaltó el crecimiento de Bolivia al primer trimestre en 3,97%. “Ante la crisis internacional, nuestra política económica prioriza la demanda interna para garantizar el crecimiento. Del 3,97% que se expandió el PIB en el primer trimestre de 2022, la demanda interna tuvo una incidencia positiva de 3,4%, recuperando su rol protagónico en la economía”, remarcó.
En el documento el Banco Mundial proyecta que el PIB regional crecerá 3% en 2022, una tasa mayor a lo previsto anteriormente debido al alza en los precios de las materias primas. En abril había previsto una tasa de 2,3% para la región.
La mejora obedece al aumento de los precios de materias primas por la guerra en Ucrania que beneficia a los exportadores.
Argentina crecerá este año 4,2%, Brasil 2,5%, Chile 1,8%, Colombia 7,1%, Costa Rica 3,3%, Ecuador 2,8%, El Salvador 2,4%, México 1,8%, Perú 2,7% y Uruguay 4,8%.
No obstante, advierte que la fuerte incertidumbre que recorre el mundo como resultado de la guerra en Ucrania, la subida de las tasas de interés en los países desarrollados y las persistentes presiones inflacionarias impactará sobre las economías de la región.
Se prevén tasas de crecimiento bajas, de 1,6 % y 2,3% en 2023 y 2024, respectivamente, similares a los bajos niveles observados en la década de 2010 e insuficientes para lograr avances significativos en términos de reducción de la pobreza.
Inflación
En este informe, el Banco Mundial señala que la inflación, que si bien en la mayoría de los países se encuentra en los niveles de la OCDE, requiere de esfuerzos continuos para que esta descienda al nivel de los objetivos anteriores.
Al igual que en el resto del mundo, la inflación se aceleró abruptamente en la región desde un promedio estable de alrededor de 2% en los años anteriores a la pandemia, esta subió unos 4 puntos porcentuales entre 2021 y 2022.
Para 2022 se prevé una cifra de 6%. Sin contar los entornos altamente inflacionarios de Argentina, Surinam y Venezuela, las tasas de inflación en 2021 oscilaron entre menos de 1% en Bolivia y 10 % en Brasil. En términos históricos, estos números son bastante moderados para la región y pueden compararse con los exhibidos en países avanzados.
La interrogante clave en términos de políticas es si el actual ajuste que llevan a cabo los bancos centrales será suficiente para contener el aumento inflacionario o si las presiones alcistas continuarán. Son varias las razones para mantenerse alertas.
Perspectivas
“La mayor parte de las economías recuperaron sus niveles prepandemia, pero esto no es suficiente. Los países de la región tienen la oportunidad de reconstruir mejor luego de la crisis y lograr sociedades más justas e inclusivas”, dijo Carlos Felipe Jaramillo, vicepresidente del Banco Mundial para América Latina y el Caribe.
“Además de poner en marcha las reformas e inversiones necesarias para acelerar el crecimiento, los gobiernos deben encarar los costos estructurales: los años de escolarización perdidos, las vacunas no suministradas y el impacto diferido de la inseguridad alimentaria que la recuperación del PIB disimula”, añadió.
El empleo prácticamente recuperó sus niveles de prepandemia, las escuelas reabrieron y, con excepciones en el Caribe, la elevada tasa de vacunación contra la COVID-19 permitió el regreso a la normalidad.
No obstante, las secuelas de la crisis persisten y deben ser atendidas. Si bien la pobreza monetaria descendió del 30% en 2021 al 28,5% en 2022, sigue estando en un nivel alto; al tiempo que los costos a largo plazo de la crisis en la salud y la educación deben ser subsanados de manera urgente, tanto para reactivar el crecimiento como para mitigar el aumento en la desigualdad.
El informe plantea que los países deben analizar cuidadosamente sus opciones de gasto público y de política tributaria para favorecer la equidad y evitar potenciales efectos adversos. Esto incluye mejorar la eficiencia del gasto: en promedio, el 4,4% del PIB — o 17% del gasto público— se malgasta en transferencias mal dirigidas, deficiencias en las contrataciones públicas y políticas de recursos humanos ineficientes.
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