- Análisis
FAO: es necesaria una mayor sostenibilidad del sector del té
- Lunes, 23 Mayo 2022 20:17
FOTO: ©FAO/Giulio Napolitano
Empleo: En el Día Internacional del Té 2022, se subraya que este sector puede desempeñar un papel importante para mejorar las vidas y restablecer los medios de subsistencia de millones de personas afectadas por las sucesivas perturbaciones de los últimos dos años. La producción mundial de té asciende a más de 17.00 millones de dólares al año, mientras que el comercio mundial de té se estima en unos 9.500 millones. Se calcula que los pequeños agricultores son responsables del 60 % de la producción mundial de té.
Con motivo del Día Internacional del Té de 2022, proclamado para el 21 de mayo, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ha subrayado la necesidad de una mayor sostenibilidad económica, social y medioambiental en el sector del té, con un papel clave para empoderar a las mujeres y los jóvenes y mejorar la seguridad alimentaria y la nutrición, destaca en su sitio web.
“El sector del té contribuye al desarrollo socioeconómico, ya que representa una importante fuente de empleo e ingresos para millones de familias pobres, y sin embargo se enfrenta a diversos desafíos”, afirmó el director general de la FAO, QU Dongyu, en un discurso con motivo de la celebración. Aseguró que este sector “necesita alcanzar una mayor sostenibilidad, desde la hoja de té hasta la taza”.
“La sostenibilidad medioambiental implica el uso de innovaciones y métodos de producción que preserven los recursos para el futuro”. La sostenibilidad también “necesita reflejar la vertiente social del sector, empoderando a las mujeres y a los jóvenes y garantizando que la producción a lo largo de la cadena de valor sea respetuosa con las normas y los estándares sociales”, añadió.
Durante la pandemia de la enfermedad por coronavirus (COVID-19), la demanda de té experimentó un fuerte aumento, estimulada por las compras para el consumo en el hogar. La información de mercado recopilada por el Grupo intergubernamental (GIG) sobre el té de la FAO mostró que el consumo de té aumentó en todos los mercados, incluso en aquellos que registraron una tendencia a la baja en el consumo per cápita en los últimos años.
Los datos mostraron un aumento de la demanda de té entre los jóvenes. Las encuestas destacaron que los jóvenes redescubrieron la afición por el té durante el confinamiento debido a sus beneficios para la hidratación y el factor “sentirse bien”.
La FAO ha subrayado que el sector del té puede desempeñar un papel importante para mejorar las vidas y restablecer los medios de subsistencia de millones de personas afectadas por las sucesivas perturbaciones de los últimos dos años. La producción mundial de té asciende a más de 17.000 millones de dólares al año, mientras que el comercio mundial de té se estima en unos 9 500 millones, lo que supone una importante fuente de ingresos por exportación. Se calcula que los pequeños agricultores son responsables del 60 % de la producción mundial de té. Y lo que es más importante, el té genera puestos de trabajo productivos y empodera a las personas, especialmente a las mujeres y a sus comunidades.
El nivel de precios y la volatilidad, otro reto
Además de la sostenibilidad, el sector también se enfrenta al reto del nivel de precios y la volatilidad del mercado. Los precios internacionales del té, en términos reales (ajustados a la inflación), han disminuido durante las últimas cuatro décadas, ya que la producción creció más rápido que la demanda.
La FAO subraya que, si las explotaciones de té a pequeña escala quieren mantenerse viables en un entorno de mercado cada vez más competitivo, necesitan innovar constantemente. Entre las opciones de comercialización que se han explorado, en particular por el GIG sobre el té de la FAO, se encuentra elevar el valor de los productos del té a través de normas, tés especiales, innovación de productos y promoción genérica. El sector del té debe demostrar su valor para conseguir precios más altos.
El cultivo del té es atractivo para los pequeños agricultores de muchos países de bajos ingresos porque crea puestos de trabajo e ingresos durante todo el año y requiere relativamente poca inversión, mientras que el riesgo de que la cosecha fracase es por lo general pequeño. Sin embargo, entre los problemas que afectan a los pequeños agricultores se encuentran los bajos precios de los productos agrícolas, servicios de extensión poco eficaces, los canales de mercado limitados y el escaso acceso al crédito y a la tecnología. Hay una necesidad urgente de reforzar el ecosistema empresarial de los pequeños agricultores. Los pequeños productores de té pueden ser los más perjudicados si no están bien protegidos, ha advertido el GIG.
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