El vino boliviano se degustó en la mesa de ocho paises del mundo el 2020

Foto LOBODEL AIRE.COM

OFERTA:  El año pasado las exportaciones de vino sumaron 140.993 dólares y los países que más demandan el producto nacional fueron Estados Unidos, Reino Unido, los Países Bajos y Australia, entre otros.

El vino boliviano en 2020 se degustó en las mesas y las copas de ciudadanos de ocho países del mundo en 2020. Las exportaciones alcanzaron un valor de 140.993 dólares Lla producción nacional tiene un enorme potencial para seguir creciendo.

Datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) y elaborados por el Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE) revelan que el año pasado las ventas alcanzaron en volumen a 35.026 kilógramos. Los países que más demandaron el vino boliviano fueron Estados Unidos (EEUU) con compras por un valor de 55.399 dólares, seguido de Reino Unido 39.140 dólares, Países Bajos 17.496 dólares, Australia 15.437 dólares, Suecia 6.108 dólares, Costa Rica 4.849 dólares, Panamá 1.493 dólares y Luxemburgo 1.072 dólares.

La cadena de uva, vino y singani de Bolivia genera un volumen de ventas de  140 millones de dólares  distribuidos 38% uva de mesa, 33% vino y 29% singani, según datos del Plan Estratégico Vitivinícola (PEVI) Tarija 2040.

Desde el año 2009, si bien las exportaciones del complejo crecieron un 58%, son aún insignificantes frente a un mercado interno creciente que motoriza la demanda de productos vitivinícolas asociada a una mejora en el poder adquisitivo de la población. 

Para el caso del vino, la demanda en el año 2017 fue de 14 millones de litros (1,5 L/adulto/año), y se incrementa un 7% interanual. 

Dicha demanda es abastecida en un 45% por producción nacional y solo 7% por importaciones; estas últimas han caído un 43% desde 2012, sobre todo por las altas tasas arancelarias e impositivas que deben afrontar. 

Sin embargo, se ha incrementado el contrabando abasteciendo el 34% de la demanda y la elaboración clandestina que ocupa un 14% del mercado, revela el documento.

La producción anual se estima en 8,26 millones de litros, a pesar que existe capacidad instalada para 14 millones de litros. En Tarija, 37 bodegas se dedican a la elaboración de vino, de las cuales 22 son micro (menos de 10 mil litros), 8 son pequeñas (hasta 100 mil litros), 3 medianas (hasta 500 mil litros) y 4 grandes (más de 500 mil litros). 

La tecnología utilizada es 47% artesanal, 37% intermedia y 16% industrial. Las bodegas normalmente compran materia prima a terceros, solo el 30% corresponde a viñedos propios. El 60% de las bodegas se encuentran asociada a alguna institución, añade el documento del PEVI.

Existen proveedores locales de botellas, insumos de empaque (excepto corchos), insumos enológicos, maquinaria y servicios. Además, existe la suficiente estructura financiera y logística de distribución. Se estima una alta producción de vino casero y artesanal que se elabora y se comercializa en el mercado informal. 

La producción anual de singani se estima en 3,4 millones de litros, con capacidad para producir 8,2 millones de litros. En Tarija, hay 12 destilerías (7 micro, 2 pequeñas y 3 grandes). Se utilizan 4 variedades de uva: moscatel de Alejandría (99,08%), uva negra criolla (0,81%), moscatel rosada (0,09%) y uva real (0,02%). 

Esta actividad genera los mayores ingresos de la cadena, con altas posibilidades de transformarse en un producto estrella internacional por sus características especiales frente a los otros destilados. 

Si bien ha obtenido reconocimiento como Denominación de Origen, no se ha instrumentado el mecanismo de fiscalización pertinente. 

De acuerdo con el PEVI el complejo vitivinícola de Bolivia, en particular de Tarija, se encuentra en plena expansión. Cada año se incorporan más viñedos a la producción y existe un entorno de inversión, tanto pública como privada. Sin embargo, todavía falta organización, planificación y criterios de sustentabilidad para una zona de alta fragilidad ambiental, donde los efectos del cambio climático, asociados a los cambios de temperatura y los procesos de desertificación, podrían generar graves impactos ambientales, económicos y sociales. 

 

 

Viticultura

Diseño y Desarrollo Web ConfiaNet.com